Death of the Dragon (3ra Parte Saga de Cormyr)

Death of the Dragon

Año de publicación: 2000
Año en Forgotten Realms: 1371 DR
Título en español: La muerte del dragón
En la portada: Azoun IV y el elf-dragon Nalavara

El final de la saga de Cormyr

La situación ha escalado y los ghazneth azotan todo el reino en su insaciable hambre de magia. El final de la entrega anterior fue obscuro, con Vandergahast atrapado en otro plano y sin forma de poder salir, Rowen ha desaparecido para consternación de Tanalasta y ahora la princesa de Cormyr se ve obligada a regresar a Suzail para fungir como autoridad real en ausencia de su padre el rey Azoun IV quien ahora emprende una campaña junto a Alusair al norte de Arabel para frenar las enloquecidas hordas de globins y orcos que se han unido a los ghazneth. Al final de "Beyond the High Road" las cosas estaban muy dramáticas y en este tercer y último libro de la saga de Cormyr la historia cierra y responde muchos de los misterios que los lectores nos quedamos con ganas de descubrir. 

La historia es narrada desde la perspectiva de cuatro personajes diferentes, donde cada capítulo alterna entre ellos: Azoun IV, Tanalasta, Alusair, y Vangerdahast.

Tanalasta, la destructora de ghazneths.

Lo primero que tengo que decir es que en términos generales este libro es el más solido de la trilogía y por primera vez como lector sentí cierto afecto y preocupación por los miembros de la familia Obarskyr, como ya lo habíamos mencionado en los posts anteriores sobre la primera y segunda partes de esta saga, había muchos problemas de caracterización, es especial con Tanalasta, quien por mucho fue el miembro con más exposición de la familia real y desgraciadamente era de los puntos bajos de la entrega anterior. En esta ocasión Tanalasta sigue siendo muy irritante por momentos, eso no ha cambiado, pero fue un cambio agradable ver una actitud diferente hacia el trono y aceptar sus responsabilidades como princesa y primera en la sucesión al trono de Cormyr, y no solo eso, las apuestas son mas altas ahora que lleva en su vientre al hijo de y este bebé en el futuro será . Es claro que la clase de Tanalasta es "Scholar" la cual ya no existe en 5E, vemos su genio táctico en acción y resolviendo el misterio de cómo derrotar a todos y cada uno de los ghazneths, esta parte me gustó mucho ya que había que descubrir que es lo que cada uno de estos monstruos deseaba más y ofrecerles ese algo para hacerles vulnerables por un momento, es en una de estas situaciones la que pone a Tanalasta en uno de los momentos más brutales y memorables que he leído en una historia de fantasía cuando , fue algo muy heroico y admito que hasta derramé una lagrima. 

Azoun, el Rey Dragón


En esta ocasión Azoun IV y Alusair toman un papel más protagónico y como lector ya no me sentí tan indiferente a ellos como personajes, no dijo que fueron personajes magistrales pero si hubo una gran mejora sobre cómo habían sido mostrados en los dos libros anteriores de esta saga. Azoun IV pasó el primer libro en coma, y el segundo libro nos lo mostró como un rey un tanto gris y apático cuyos mejores años ya quedaron atrás y parece cómodo con la vida en la corte, sin embargo, la crisis creada por los ghazneth lleva a Azoun una vez más a resurgir y ser el estandarte que los Dragones Púrpuras necesitan en la campaña que se lleva al norte de Arabel para detener a los ya mencionados ghazneth y un dragón del que ya hablaremos más adelante. Al igual que Tanalasta, Azoun IV recibe su momento heroíco y memorable cuando en la batalla final

Alusair, la Princesa de Acero


Alusair, quien en repetidas ocasiones es descrita como la "Princess of Steel" o "Princesa de Acero" finalmente toma parte de las riendas en la trama, y es básicamente inspiración para las tropas de Cormyr y el brazo derecho de su padre durante la ya mencionada campaña contra el dragón y los ghazneth contra los cuales Alusair comanda su propio regimiento. La verdad es que Alusair es muy cliché como personaje, es la típica caracterización de la princesa que prefiere ser un guerrero y un espíritu libre antes que ser princesa, aunque en este caso también Alusair tiene una reputación igual a la de padre en ser muy alegre con el sexo opuesto. Aún así es un personaje entretenido y fue interesante ver momentos de vulnerabilidad y reflexión en ella, pero definitivamente queda muy lejos de tener un peso significativo en el desenlace de la trama. Es claro que el objetivo de la historia era preparar el terreno para Alusair y lo que viene después de esta trilogía ahora que .

Vangerdahast


El mago real pasa la mayor parte de la historia atrapado en otro plano donde viven los goblin Grodd y es en este mismo plano donde el dragón elfo Nalavara vive atrapado, aquí surge una dinámica muy interesante entre Vangerdahast y Rowen, quienes se ven forzados a volverse aliados y la experiencia termina cambiando la impresión que Vangey tiene de Rowen en medio de la trágica situación y transformación que vive el ranger de Chauntea. Hay un juego de el gato y el ratón entre Nalavara y el mago real, donde poco a poco Nalavara orilla a Vangerdahast a que este la libere de su prisión orillandolo a usar magia, la trama nos da un buen ejemplo de como el spell "Wish" en veces no hace lo que realmente queremos. En esta ocasión la aventura de Vangerdahast es más personal y no tiene tanto impacto directo en Cormyr (aunque si hay algo pero ya cerca del final), aunque siento que muchas de las preguntas y fantasmas personales que se le aparecen a Vangerdahast quedan sin resolver, quiero imaginar que es material para historias que se contaran más tarde o material de referencia en Forgotten Realms que aún no conozco.

Nalavara

El BBE de la historia es un elf-dragon (es el dragón de la portada) que odia a los Obarskyr y el reino humano de Cormyr por una afrenta de hace 1300 años. Como enemigo Nalavara en una presencia aterradora y destructiva y como dragón es todo lo que uno espera y más de una bestia tan formidable. Las motivaciones de Nalavara es algo que no me convence, es la historia típica del villano que pierde a un ser querido a manos de un individuo en particular, y ahora decide que todos los individuos de la misma familia y especie (humanos) que habitan el reino de Cormyr deben pagar y ser exterminados; estoy de acuerdo que hay villanos interesantes que se apegan a este cliché, pero para que este cliché funcione el lector debe sentir cierta simpatía por el villano debido a la personalidad del mismo y la injusticia que se cometió contra el mismo, pero desgraciadamente Nalavara no tiene ese carisma o fuerza como personaje, aunque la trama en algún punto pareciera aclarar que Nalavara lleva tanto tiempo consumida por el odio que ya se encuentra muy lejos de un punto donde se pueda razonar con ella, pero eso no le salva como personaje. Otro problema con Nalavara es que la historia es muy vaga en cuanto a las circunstancias que llevaron a una elfa a convertirse en un dragón atrapado en un un plano de difícil acceso, simplemente es una idea muy buena que merecía ser explorada para los que nos gusta este tipo de detalles para llevarlos a una campaña de DnD. 

Conclusión

Este es el mejor libro de la trilogía con momentos épicos y emocionales que cierran muy bien la historia de Azoun IV, y en cierta forma podríamos describir esta trilogía como la crónica del fin del reinado de Azoun IV. Definitivamente es una trilogía dirigida a los fans de DnD que ya están metidos en el lore o que tienen interés en particular for Cormyr, cual dudo que la trilogía deje satisfechos a quienes conocen poco o nada del lore de Forgotten Realms, y no es algo que recomendaría a alguien que apenas inicia su viaje en el mundo de las novelas de Forgotten Realms.

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